La infodemia se sumó a los efectos de la pandemia

Cuando se declaró la pandemia por síndrome respiratorio agudo grave SARS-CoV-2 o (Covid-19), la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó del peligro de la sobreabundancia y la falsa información o “infodemia”. 

En medio de la crisis, debido a los estragos del coronavirus en la salud de la población mundial surgió una amenaza más. Mientras los funcionarios de salud pública intentaban contener el virus y mitigar los efectos la exposición de los medios a la pandemia se hizo visible.

Un estudio reciente que fue publicado en la revista Health Psychology y realizado por investigadores de la Universidad de California en Irvine (EE UU) revela que la exposición repetida a los medios puede conducir a un aumento de la ansiedad y generar más respuestas al estrés pudiendo ocasionar problemas posteriores en la salud. Conllevar prácticas y comportamientos incorrectos que impidan la búsqueda de ayuda y al mismo tiempo generen la sobrecarga de los servicios de atención médica obstaculizando los recursos disponibles.

Otra investigación publicada en PLoS One y realizada por científicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Fudan (China) observó que los jóvenes que más usaron las redes mostraron más ansiedad y depresión que el resto. El estudio fue llevado a cabo con personas oriundas de China donde fue el epicentro de la enfermedad, en ciudadanos de más de 18 años durante el 31 de enero al 2 de febrero de 2020. 

Se logró la participación de 4.872 participantes de 31 provincias y regiones autónomas, que mediante una encuesta en línea fueron evaluadas con el Índice de Bienestar OMS-Cinco (OMS-5) por depresión y la escala de trastorno de ansiedad generalizada (GAD-7).

Los hallazgos de este estudio demostraron que hay una alta prevalencia de problemas de salud asociadas al brote de COVID-19 y la importancia de que los gobiernos presten atención y ocupen recursos para garantizar la salud mental de la población. El gobierno de China brindó servicios de salud mental a través de diversos canales, consultas, cursos en línea y consultas externas. 

Es aconsejable que los demás países que se encuentran combatiendo la enfermedad, continúen por ese camino que ha tomado el país, atendiendo a la depresión y la ansiedad que puedan manifestarse. Para combatir la “infodemia” hay que estar monitoreando y filtrando información falsa, evitando compartir informaciones de fuentes desconocidas o dudosas y promoviendo información precisa junto con las fuentes correspondientes asignadas. 

La población necesita recibir información esencial de forma rápida durante una crisis como la que está atravesando el mundo, cuando eso no ocurre y las noticias falsas o la saturación de informaciones se apoderan de las redes sociales, el miedo pareciera altamente contagioso y se propaga rápidamente. Por esta razón es necesario que cada uno de nosotros tomemos “descansos” respecto al consumo de noticias y nos abstengamos de compartir artículos que no tienen una fuente comprobable o que no aporten una solución.