Sharenting: una práctica riesgosa cada vez más común

Sharenting es la tendencia de publicar fotos, videos o cualquier otra información sobre nuestros hijos en las redes sociales. El término “share” significa compartir en inglés y “parenting” significa crianza.

La “crianza en línea” cada vez es más común y aunque suele darse con las mejores intenciones conlleva muchos riesgos. Cuando un niño cumple 5 años se calcula que sus padres ya han compartido aproximadamente mil fotos suyas en Facebook, Instagram, Whatsapp u otras redes sociales.

Las primeras ecografías, los primeros pasos, las caídas de sus primeros dientes, comidas, fiestas de cumpleaños, vacaciones, las fiestas escolares y cualquier acontecimiento importante en la vida de un niño, es compartido en Internet. Esto ha llevado a algunos adolescentes a denunciar a sus padres por creer que las fotografías y la información publicada en la infancia han dejado secuelas, traumas que arruinaron su vida y reputación.

Según un estudio de 2015 de la Universidad de Michigan, el 56% de los padres sube fotos potencialmente vergonzosas de sus hijos, las cuales podrían afectarles interfiriendo en su vida social y laboral. El 51% brinda datos que podrían servir para identificar la ubicación del niño y el 27% cuelga fotos de los chicos poco apropiadas.

Peligros latentes

El “sharenting” puede propiciar los delitos en Internet y llevar a nuestros hijos a sufrir situaciones de secuestro, ciberacoso, grooming, suplantación de identidad, robo de datos y/o bullying. La pedofilia se nutre de fotografías e información obtenida de las redes sociales y es por eso que hay que tener en cuenta además las políticas de privacidad. Hay que ser conscientes de que lo que compartimos puede provocar una situación de extrema vulnerabilidad en los menores.

Debemos recordar que publicar en redes sociales la imagen de otros chicos sin el consentimiento de sus padres está absolutamente prohibido y podría tener consecuencias legales ya que debemos respetar su derecho a la intimidad. Antes de publicar cualquier foto o información sobre ellos hay que preguntarles qué opinan y respetar su decisión si nos piden que no lo hagamos.

Nunca publicar fotografías en las que el menor aparezca con poca ropa o desnudo aún cuando fuera recién nacido o bebé. Y debemos reveer la privacidad si ya hemos compartido fotografías o información de nuestros hijos.