Los “cristales curativos” destapan una triste realidad

Gwyneth Paltrow vende huevos de jade para tener mejores orgasmos, equilibrar las hormonas y mejorar el tono muscular.

La “cristaloterapia” también conocida como “gematoterapia” o “cuarzoterapia” se utiliza para regular las energías de las personas y por su supuesto poder curativo. Es una pseudociencia que está creciendo y está de moda en la alta sociedad.

Este tratamiento de medicina alternativa es originario de Estados Unidos y promete otorgar un equilibrio en el organismo. Las personas que la utilizan creen que el contacto con estas piedras generan un estado de paz interior y serenidad.

Se conocen como “piedras curativas” pero carecen de evidencia científica ya que no hay ningún estudio que compruebe los efectos que se les atribuye. La fiebre de los cristales mágicos es un negocio que genera millones de dolares y es promovido por las famosas Gwyneth Paltrow, Kim Kardashian y Katy Perry quienes reivindican sus cualidades.

Los cristales y piedras preciosas son de diversos colores y formas y pueden utilizarse de muchas maneras, colocándolas sobre el cuerpo, en preparados homeopáticos o elixires y en lugares estratégicos del hogar o el trabajo.

Toneladas de cuarzo rosa, amatista, turmalina, citrino, labradorita y cornalina entre otras piedras, se extraen mayormente en la República Democrática del Congo y Madagascar, dos de los países más pobres del mundo.

Su extracción se realiza en condiciones peligrosas donde hay que pasar horas cavando la tierra. Muchos de los trabajadores son menores de edad que se mantienen con las espaldas encorvadas, las piernas doloridas, están expuestos a la inhalación de partículas tóxicas y al peligro de derrumbe y muerte.

Preocupa mucho el impacto ambiental, las condiciones laborales y la posiblidad de extinción de minerales. A los trabajadores se les paga sueldos miserables y debido a la extracción se forman huecos que permiten que se crien mosquitos que puedan propagar la malaria.